Tres pacientes estaban condenados a morir por una leucemia linfoblástica aguda de tipo T, un cáncer de la sangre que no respondía ni a la quimioterapia ni al trasplante de médula ósea. El equipo médico, encabezado por Waseem Qasim, del University College de Londres, recurrió a los revolucionarios tratamientos CAR-T, una terapia que consiste en extraer los glóbulos blancos de los enfermos, rediseñarlos en el laboratorio para multiplicar su capacidad de destruir células cancerosas y volverlos a introducir en los pacientes. En este caso, los investigadores utilizaron glóbulos blancos de donantes, pero emplearon los editores de bases —el lápiz con goma de borrar— para convertirlos en superglóbulos blancos universales.
El tratamiento consiguió la “remisión profunda” de la leucemia en dos de los jóvenes en apenas un mes.
Un tercer joven falleció en un ensayo clínico realizado en el hospital de Londres que se financia con los derechos de autor de Peter Pan.