Ayúdanos a poner en valor el talento de las personas con discapacidad, con educación, humor y empatía, haremos patente lo evidente.
Si te cruzas con una persona con discapacidad, ya sea en trabajo, en clase, haciendo la compra, en el transporte público o en cualquier situación, despójate de falsas creencias. Desterremos la palabra “discapacidad” como un elemento definitorio, hagamos que sea, simplemente, un adjetivo más, que no reste espacio a su talento o a su capacidad.