Una terapia combinada de células madre y genes puede proteger potencialmente las neuronas motoras enfermas en la médula espinal de los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica, un trastorno neurológico mortal conocido como ELA o enfermedad de Lou Gehrig.
En el primer ensayo de este tipo, un equipo de investigadores del Instituto Cedars-Sinai (EE.UU) demostró que la administración de este tratamiento combinado es segura en humanos.