Creado para estudiar la esclerosis múltiple, el anticuerpo anti-LAP es capaz de bloquear la acción de los linfocitos T reguladores para restaurar la respuesta inmune frente al cáncer.
LÓPEZ – @abc_salud Madrid
Los linfocitos T reguladores son un tipo de leucocito –o glóbulo blanco– especializado en desactivar o ‘suprimir’ la respuesta inmune, lo que resulta muy útil para que el sistema inmunitario, tal y como sucede en las enfermedades autoinmunes como la colitis ulcerosa, el lupus o la esclerosis múltiple, no ataque por error a las propias células del organismo. El problema es que este tipo de linfocitos es muy abundante en los tumores, en los que, traicionando a su propio organismo, ‘desarticulan’ la respuesta inmunitaria frente al cáncer. En consecuencia, la gran mayoría de las inmunoterapias que se están desarrollando contra el cáncer tienen por objetivo contrarrestar esta felonía de los linfocitos T reguladores. Y en este contexto, investigadores del Hospital Brigham and Women’s en Boston (EE.UU.) parecen haber encontrado una molécula que podría mejorar, y mucho, la eficacia de este tipo de tratamientos.
Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Science Immunology», muestra cómo una molécula inicialmente diseñada para el tratamiento de la esclerosis múltiple y denominada ‘anticuerpo anti-LAP’ es muy eficaz a la hora de bloquear la actividad de los linfocitos T reguladores y, por tanto, de desencadenar la respuesta inmunitaria, con lo que se evita el crecimiento de distintos tipos de tumores –melanoma, glioblastoma y carcinoma colorrectal–. O así sucede, cuando menos, en modelos animales.