(EL PAÍS)
Josep Gamez, neurólogo del Hospital Vall d’Hebron, ha participado en un ensayo internacional con un nuevo fármaco que ralentiza un 20% la progresión de la enfermedad.
Sin causa conocida, ni tratamiento eficaz y una supervivencia inferior a los cinco años. A la crueldad del diagnóstico de la Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) —una enfermedad degenerativa que mata las neuronas motoras, y cuyo Día Mundial se celebra hoy— no se acostumbra nadie, tampoco los médicos que bregan diariamente en las consultas con algunos de los 4.000 pacientes que se estima que hay en España. “El pronóstico es fatal a corto plazo y no hay tratamientos efectivos”, admite el doctor Josep Gamez, coordinador de la unidad multidisciplinar de ELA del hospital Vall d’Hebron de Barcelona y responsable del grupo de investigación del Sistema Nervioso Periférico del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR).