Las hepatitis víricas afectan a 400 millones de personas en el mundo y, dada la magnitud de la epidemia, todos estamos en riesgo. Además, se estima que el 95% de las personas con hepatitis no saben que están infectadas. Las pruebas para detectarlas son complejas y pueden ser caras; además, la capacidad de laboratorio es reducida en muchos países.
En el Día Mundial contra las Hepatitis de 2016 la OMS hace un llamamiento a los políticos, los profesionales sanitarios y la población para que “conozcan las hepatitis y actúen ya”.
La Organización insta a las personas a que se informen sobre la infección, tomen medidas positivas para saber si están infectadas mediante la realización de pruebas y busquen tratamiento para reducir las muertes evitables por estas infecciones prevenibles y tratables.