El hospital Gregorio Marañón de Madrid ha llevado a cabo con éxito el primer trasplante del mundo de un corazón infantil en parada, que fue recibido por un bebé de dos meses y con incompatibilidad sanguínea con su donante.
La corta edad del bebé ha favorecido que la operación fuera viable pese a no ser compatible con el grupo de sangre del emisor, en una operación de la que la pequeña, llamada Naiara, ya se recupera en planta tras abandonar la UCI.
También es un caso “único en el mundo” porque donante y receptor estaban en centros distintos y el trasplante se realizó tras un periodo prolongado de isquemia fría durante el traslado, que tuvo que realizarse por vía aérea.