DIARIO SUR
Una pastilla al día. Y una esperanza de vida similar a las personas que no tienen una infección crónica. Así es la vida médica de las personas que conviven con el VIH. Una situación que contrasta con la discriminación y estigmatización que aún sufre esta población. Tan solo el 12% son personas visibles en todos los ámbitos de la vida, según un informe de ‘Visibilidad de las personas con VIH’ de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales y más (FELGTBI+).
El estudio refleja que no comparten su diagnóstico cuando desean hacerlo por miedo a ser rechazado, en primer lugar, seguido del temor a que les traten de forma diferente. El ámbito en el que la mayoría de las personas con VIH prefieren no contarlo es en el laboral. El 75% decidió no contárselo a sus compañeros. A esto se suma que una de cada cuatro personas con VIH tarda más de 2 meses en poder contárselo a alguien y casi la mitad de los encuestados no ha compartido su diagnóstico ni con su familia ni con su pareja. Además, el 60% no sabía que el tratamiento para el VIH convierte la infección en indetectable y, por tanto, en intransmisible, mientras que el 30% pensó que iba a morir tras recibir el diagnóstico.