Identificada una vía para evitar que el cáncer se resista a una potente inmunoterapia


EL PAÍS

La inmunoterapia ha cambiado las reglas del juego en la lucha contra el cáncer. Hace poco más de una década, ese innovador abordaje terapéutico, que se basa en estimular al propio sistema inmune para aniquilar mejor el tumor, entró en la oncología como un ciclón y empezó a cambiar el pronóstico de enfermedades hasta entonces devastadoras. Estos fármacos han logrado supervivencias insólitas en escenarios impensables. Y lo siguen haciendo. Pero no son armas infalibles: hay tumores donde no logran penetrar y pacientes que se escapan del paraguas de estos novedosos tratamientos.

Los inhibidores de puntos de control inmunitario son un tipo de inmunoterapia que evita que el tumor frene al sistema inmune, para evitar que lo fulmine. Ya han salvado miles de vidas, pero tienen una doble cara: solo funcionan en el 25% o el 30% de los pacientes. La comunidad científica se ha volcado en estudiar por qué fallan esos revolucionarios tratamientos y ha encontrado que influyen factores como el entorno tumoral o el impacto en el organismo de tratamientos previos. Ahora, una nueva investigación que publica Nature ha dado otro salto hacia adelante y ha identificado una fórmula para desbaratar una de las resistencias del cáncer a estas inmunoterapias.

El estudio internacional, dirigido por el español Ignacio Melero, codirector de Inmunología e Inmunoterapia en el Cima y en la Clínica Universidad de Navarra, puso el foco en GDF-15, una citoquina que se produce en muchos tipos de tumores para lograr escapar del sistema inmune. Esta sustancia funciona como una especie de repelente del ejército defensivo del organismo, evitando que penetre en el tejido canceroso. En un ensayo clínico de fase I-IIA (destinado a comprobar la seguridad y la actividad clínica de la terapia), los investigadores trataron a un puñado de pacientes con tumores que se resistían a un tipo de inmunoterapia (inhibidores de puntos de control antiPD-1 y antiPDL-1) y les administraron un fármaco que neutraliza el efecto de GDF-15. “En pacientes previamente refractarios a inmunoterapia, el tratamiento logra rescatar a entre el 15% y el 25%, y vuelven a beneficiarse de inmunoterapia”, resume el inmunólogo. La investigación mostró que cuando se bloquea esa sustancia producida por el tumor, las células del sistema inmune vuelven a ser capaces de reconocer y atacar el cáncer.

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De izquierda a derecha: Paula Romano y María Gárate, coordinadoras de la Unidad Central de Ensayos Clínicos, y los doctores Anna Vilalta, María Rodríguez Ruiz e Ignacio Melero (investigador principal del ensayo). UNIVERSIDAD DE NAVARRA

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